Padre, hoy es el día en que me libero porque mi voluntad es la tuya. Pensé hacer otra voluntad. Sin embargo, nada de lo que pensé a parte de Ti existe. Y yo soy libre porque estaba equivocado y las ilusiones que abrigaba no afectaron en modo alguno mi realidad. Ahora renuncio a ellas y las pongo a los pies de la verdad, a fin de que sean para siempre borradas de mi mente. Este es el instante santo de mi liberación. Padre, sé que mi voluntad es una con la Tuya.”